miércoles, 30 de enero de 2019

El Reino

El reino



Por motivo de la celebración de los Goya este sábado, hoy toca una breve crítica de una de las películas que más me han impactado del año 2018. Esta es El Reino dirigida por Rodrigo Sorogoyen, director de la notable Que Dios nos Perdone.


Es sobretodo una película dedicada a todos aquellos que dicen que en España no se hace buen cine, para ellos aquí está este thriller adrenalítico, intenso y con grandes interpretaciones.


Introducción 

El director Rodrigo Sorogoyen ya dio mucho que hablar con su anterior cinta, la muy entretenida Que Dios nos Perdone. Aquella era un notable thriller policiaco en el marco del 15-M y de una etapa terrible de la crisis económica en España en la que por desgracia aún seguimos. Recibió grandes críticas y contó con 6 nominaciones a los premios Goya en el año 2017.


En esta ocasión va más allá creando un thriller político intenso y brutal donde pretende mostrarnos la corrupción en España tal y como es y sumergirnos en ese mundo oscuro, pero a la vez tan real. Y sale de este reto con nota.


Realidad de la corrupción

La cinta comienza de forma tranquila mostrándonos la vida de esa gente. Son políticos corruptos que han perdido cualquier muestra de moral o empatía hacia los demás. Viven de forma inmejorable y se jactan de ello. No solo ellos sino sus familias también.


Esa primera parte de la cinta es tan real como las noticias que vemos a diario por la televisión. Pero la vida para Manuel, protagonista de la cinta, pronto cambiará cuando su propio partido le dé la espalda y tendrá que vivir al límite para no caer solo.


La ambientación de la cinta va pasando de lujosos restaurantes a fiestas privadas en el mar, despachos y casas. Todo muy realista y que nos mete de lleno en ese ambiente de los políticos corruptos. Evidenciando la perfecta maquinaria corrupta que existe en nuestro país Como bien aparece en la sinopsis de la cinta, los reyes caen, pero los reinos continúan.


Ritmo trepidante y tensión al límite

La gran premisa de la cinta es la de no dar respiro al espectador introduciéndonos en ese mundo de manera brutal y adrenalítica. La cinta comienza de forma pausada pero poco a poco va sumergiéndonos en la espiral de locura a la que se ve abocado su protagonista para evitar cargar el solo con toda la responsabilidad.


La dirección de Sorogoyen es muy fluida alternando planos cortos para dar tensión con otros más largos en los que tomamos un ligero respiro. Todo transcurre entre despachos y restaurantes con una cámara muy ágil, pero a la vez estilizada dotando a la película de un estilo visual muy cuidado. La fotografía es fantástica y dota a la cinta de una potencia visual por encima de su anterior obra.


Todo es muy auténtico, visceral y muy agobiante a la vez que vergonzoso. Los diálogos son muy agiles y muy bien construidos, lo cual ayuda a escapar del efectismo barato y dotar a la película de realismo.


Actuaciones brillantes, Antonio de la Torre a otro nivel

Todos los actores están fantásticos, pero destaca por encima de todos Antonio de la Torre en la mejor interpretación de su carrera. Si no ocurre nada extraño el actor malagueño recibirá este año un más que merecido Goya después de muchas nominaciones. El actor hace suya la cinta con una interpretación muy contenida a la vez que visceral y humana.


Pero a su lado hay que destacar a las grandes Ana Wagener y Bárbara Lennie (incomprensible que estando en todas las grandes películas del año en este país no este nominada) a un gran nivel como siempre y especialmente al gallego Luis Zahera en una interpretación muy viva e intensa que nos hace pensar en el futuro brillante que tiene en el cine español. Parece sacado de una película de Scorsese, por momentos parece que estás viendo al Joe Pesci de Uno de los Nuestros.


Conclusión

Estamos ante una obra mayor de un director con carácter propio y ganas de hacer buen cine. Es un thriller muy intenso, dinámico y realista sobre una realidad que desgraciadamente es muy común hoy en día y muy especialmente en nuestro país. Pocas pegas se le pueden poner más allá de un final un poco precipitado y quizás le falte describir más en detalle los mecanismos del partido para esas actividades ilegales. Por lo demás no le falta nada y cumple sobradamente lo que se espera de ella, pero sin esos detalles llegaría a ser una película sobresaliente.


Nota: 8,25



Películas similares: Que Dios nos Perdone, Todos los Hombres del Presidente, La Escopeta Nacional, 


Hasta pronto.

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